No estamos teniendo un otoño demasiado húmedo, no tanto en cantidades totales de lluvia recogida, si no mas bien por su irregular distribución, tanto en el tiempo, como en el espacio. Sin embargo, nuestras sierras crean su propio clima, favorecen las tormentas y atrapan las nubes. Por ello en sus faldas y en los pies de monte, sobre todo, si que podemos disfrutar del que es para mi el mas bonito color, el verde, el color de la vida. Os dejo un par de fotos de las faldas de Cabeza Parda, en la finca del Cortijillo, que bien ilustran esto que digo:
A pesar del verde aspecto, si acercamos más la mirada, pronto distinguiremos los colores rojos y pardos de la cornicabra, que bien a las claras nos dicen en que estación nos encontramos: